Las alteraciones urinarias afectan hasta al 75% de las personas con párkinson. El aumento en la frecuencia de micción durante la noche es, a menudo, la primera manifestación, seguido por la urgencia diurna y la incontinencia urinaria.1

Los pacientes con enfermedad de Parkinson, generalmente en etapas avanzadas, pueden presentar alteraciones de la micción debido a:2,3

  • Anormalidades en la función de esfínteres.
  • Rigidez de la musculatura pélvica.
  • Vejiga hiperreactiva con aumento de la contracción muscular más frecuente de lo normal.
 

Se estima que dos tercios de los pacientes tienen, en algún grado, problemas con su vejiga, que pueden ir desde la incapacidad total para vaciar la vejiga (retención urinaria), hasta el incremento en la frecuencia urinaria, y la incapacidad para llegar al servicio a tiempo (incontinencia).2

Si bien es cierto que los síntomas de la incontinencia urinaria pueden impactar negativamente en la calidad de vida del paciente, con el manejo adecuado pueden mejorar.2,3