Una de las mayores preocupaciones tras el diagnóstico del párkinson es la incertidumbre por saber cómo será la evolución. Existen escalas para evaluar cómo progresa la enfermedad.1

La escala más común utilizada (escala de Hoehn y Yahr) establece cinco niveles de progresión.2 Las primeras etapas se relacionan con la aparición de los síntomas desde un solo lado a ambos del cuerpo. Luego se observan problemas en el equilibrio y la marcha, hasta la necesidad de asistencia para realizar los principales movimientos.1

Diagnóstico reciente1,2

  • Estadio 1: síntomas leves, afectan solo a una mitad del cuerpo.
  • Estadio 2: síntomas ya en ambos lados del cuerpo, sin trastorno del equilibrio.
 

Afectación moderada1,2

  • Estadio 3: inestabilidad postural, síntomas notables, pero el paciente es físicamente independiente.
  • Estadio 4: incapacidad grave, aunque el paciente aún puede llegar a andar o estar de pie sin ayuda.
 

Afectación severa1,2

  • Estadio 5: necesita ayuda para todo. Pasa el tiempo sentado o en la cama.
 

No todos los pacientes con párkinson evolucionan hasta los últimos niveles; de hecho, solo el 15% de los afectados llega a padecer un deterioro tan grave como para depender de otra persona para hacer cualquier actividad.2